Curso de escritura creativa (Brandon Sanderson)

¿Cómo conseguir que a la gente le gusten mis personajes? ¿Cómo habría alguien que quisiera leer mi historia? En el fondo, todo se reduce al mismo motivo por el que se emplea un personaje protagonista en las historias. Lo primero que hace un personaje en favor de la historia, es despertar la empatía. Para enganchar al lector con vuestra historia, le tienen que importar vuestros personajes. Un sistema de magia nunca será más interesante que las personas que lo utilicen. En general una secuencia de acción carecerá de sentido si al lector no le importa quien vive y quien muere. Lo normal en una historia es que, si no importa quien sobrevive o quien muere, la escena de acción pierde gran parte de su impacto. Yo(Sanderson) suelo planificar la ambientación y la trama antes, pero con los personajes tiendo a hacer aducciones; es decir, pruebo a escribir a un personaje en el mundo que tengo creado a medida que escribo cuáles son sus pasiones, sus sueños y esperanzas. Si funciona; sigo hacia delante y ese personaje se queda en la novela. Si no funciona, retiro el personaje y pruebo otro. Así que, vengan de donde vengan vuestros personajes, como escritores noveles lo primero que os interesa ofrecer al lector son unos personajes que despierten empatía, y a los que quiera apoyar y ver progresar.
Empatía, apoyo y progreso: La empatía hacia un personaje puede ejecutarse desde varios ángulos, por ejemplo, mostrando que se parece a nosotros en algunos aspectos: si el lector se siente cercano a ese personaje, desarrollará una empatía inmediata hacia él. Otro método consiste en hacer que el personaje sea amable. La idea es que cuando un personaje resulta agradable, cuando muestra compasión humana y otros rasgos positivos, es más fácil despertar la empatía.
Otro recurso para despertar la empatía hacia un personaje es mostrar que cae bien a otra gente.
Apoyo: poner al lector del lado del personaje. Mostrar que lo que el personaje quiere nos interesa: es decir, le damos una buena motivación. Hoy un motivo para que la expresión “ahora es personal” se haya convertido en un cliché narrativo, y es que muchas veces ese anhelo del personaje que provoca el apoyo del lector será también su conexión con la trama de la historia.
Progreso: Insinuar que el personaje cambiará. Esto se puede lograr mostrando uno de sus defectos, o insinuando el viaje que llevará a cabo. En muchas ocasiones, el motor de ese progreso será una sensación de misterio, una pregunta.
Muchos personajes podían describirse según sus puntaciones en tres escalas distintas: la simpatía, la resolución y la capacidad. No es que la capacidad sea debido a lo bueno que es alguien con la espada. Cuando hablo de motivaciones no me refiero a los objetivos. Cuando se logra un objetivo, la historia termina, pero las motivaciones continúan. Y como autor, con éstas últimas es mucho mas fácil trasmitir al lector quién es de verdad el personaje. Los objetivos quizá cambien, pero las motivaciones forman parte de la esencia del personaje. Cuando consideré las tres dimensiones: simpatía, determinación y habilidades, me percaté de que podía manipular el avance o retroceso de los personajes en cualquiera de ellas para infundir a la trama una impresión de dinamismo y desarrollo. Por ejemplo, un personaje que cada vez es menos simpático puede protagonizar una historia muy interesante, y muy distinta al caso contrario, que es más habitual. El movimiento de los personajes a lo largo de esas escalas es un indicador del tipo de narrativa que compone una historia. También decir que el movimiento en estas escalas, no es obligatorio.
Las narraciones prosperan gracias a la percepción de avance. Las tramas se desarrollan al mostrar cambios en los acontecimientos. Por lo tanto, deberán determinar si las transformaciones en sus personajes serán el incentivo para que los lectores continúen avanzando en las páginas, o si saturarán las habilidades de sus personajes para brindar el espectáculo de individuos altamente competentes realizando hazañas impresionantes. Estos son dos enfoques narrativos diferentes.
¿Cómo se puede perfilar y hacer interesante un personaje en cuya mente no entramos, si los personajes con punto de vista no conocen sus motivaciones o las malinterpretan?:
Lo que deben evitar a toda costa es lo siguiente: En ocasiones, puede ocurrir si mencionan algo sumamente intrigante pero solo de manera superficial, sin proporcionar suficiente contexto. En ese momento, el lector no puede apartar ese pensamiento de su mente. Aunque se trate de un pequeño detalle, lo desconecta cada vez más de la historia y lo lleva a cuestionar cómo es posible que los autores no hayan advertido esa incongruencia. Recuerdo una ocasión en la que leí la historia de un estudiante en la que apuñalaban a alguien en la mano, y luego el personaje seguía dialogando con otro sobre algo que no tenía ninguna relación. Yo pensaba: «La sangre está llenando el suelo. No puedo prestar atención a esa conversación, por más importante que sea, ¡porque el personaje se está desangrando!»
¿Qué implica para una historia añadir un nuevo personaje con punto de vista?
En términos generales, la cantidad de personajes que tengan un punto de vista en una novela tendrá un impacto significativo en su extensión. Es importante recordar que un personaje con punto de vista es aquel a través del cual el lector experimenta la narrativa. En una historia narrada en primera persona, sería el «yo», y puede haber varios «yos». En el caso del narrador omnisciente limitado, que es el enfoque que más utilizo, el personaje con punto de vista es la perspectiva desde la cual se cuenta la historia. Sin embargo, cada vez que entran en la mente de un personaje, deben establecer un vínculo emocional con el lector, ya sea de simpatía o antipatía. Es necesario presentar al personaje al lector y mostrar cómo ve el mundo, lo cual requiere más palabras que si utilizan a un personaje con punto de vista preexistente.
Si desean que un personaje tenga un papel destacado en la trama, tendrán que desarrollar uno o varios arcos narrativos para él y escribir una secuencia de escenas desde su punto de vista que muestre su esfuerzo por alcanzar sus objetivos o experimentar algún tipo de transformación.
¿Cómo se crea una buena motivación par aun villano?
Para lograr que un antagonista sea efectivo, es esencial proporcionarle motivaciones creíbles, al igual que harían con el protagonista, pero estas deben entrar en conflicto con los objetivos del personaje principal.
¿Cómo puedo crear un villano emblemático que sea aterrador, pero sin caer en el cliché?
En la actualidad, es poco recomendable que el villano se entregue a un monólogo. Un villano se convierte en un estereotipo cuando se reduce a un personaje unidimensional que persigue un único objetivo. Evitar esta trampa es bastante sencillo si invierten tiempo en dotar al villano de motivaciones interesantes y aplican las herramientas necesarias para construirlo como un personaje complejo. Cuanto más tiempo dediquen al desarrollo del villano, más rica y fundamentada podrá ser su motivación, explorándola desde diversas perspectivas.
¿Cómo se escribe un personaje que no comprende sus propias motivaciones o que se miente a sí mismo?
Las primeras impresiones desempeñan un papel crucial. Si revelan que un personaje posee una gran determinación en su campo pero no se considera lo suficientemente competente para enfrentarse al mundo, el lector creerá en lo que ven, no en lo que el personaje dice. Si aseguran que lo que se muestra contradice el autopercepción del personaje, estarán transmitiendo que este no se conoce a sí mismo adecuadamente.
Otra opción es permitir que otro personaje en quien el lector confía, un narrador fiable, le hable con sinceridad al personaje. Si el lector presencia esto y empatiza con la situación, entenderá que el personaje debe aprender y cambiar.
Defectos, limitaciones y desventajas:
Uno de los aspectos más fascinantes de los personajes y de los seres humanos en general es que tendemos a ser muy versátiles y a menudo albergamos motivaciones en conflicto que nos arrastran en direcciones opuestas. Esto le sucede a todos. Tal vez tienen una responsabilidad hacia su familia y las expectativas que esta tiene de ustedes, pero también sienten una especie de llamado interno; desean ser novelistas en lugar de médicos, como me sucedió a mí. En muchas ocasiones, el choque entre estas responsabilidades familiares y deseos personales crea conflictos internos. Si logran mostrar este conflicto en sus personajes, el lector no percibirá que actúan en contra de sus motivaciones, sino que lo entenderá y conectará con ellos.
Cuando el estado emocional de un personaje no cambia, el público tiende a perder interés a menos que se utilice otro recurso para mostrar progreso. Aquí radica el problema más importante. A medida que construyan sus personajes, es fundamental esforzarse por dotarlos de mayor interés y singularidad. Por lo tanto, al crear sus personajes, les recomiendo que consideren sus limitaciones, defectos y desventajas, y se pregunten cómo pueden utilizarlos para generar motivación en el personaje.